A raíz de la publicación en Gaceta Oficial de la nueva Ley de Contrainteligencia que incita a la delación, fomenta el sapeo y genera el virus de la desconfianza entre los hombres y mujeres de nuestro pueblo, el Gobierno Nacional encendió su Fabrica de Odios, por ello reproducimos el siguiente artículo publicado originalmente en Mayo del 2005 donde Ojeda no solo denuncia el sistema de división social implantado por el Régimen cubano, si no que plantea una denuncia clara y frontal contra la reiterada violación de los derechos humanos de esta dictadura caribeña.
William Ojeda nos alerta sobre la "Fabrica de Odios" De interés... Publicado el 14.05.2005 14:35 Por Equipo informativo Gente del Siglo XXI | |
- William Ojeda ese joven político venezolano, un exponente esperanzador de una Venezuela que a pesar de las grandes acciones destinadas a manipular a sus pobladores, a pesar de una especie de epidemia que contagia irreversiblemente a buena parte de un liderazgo protagónico y cuyos síntomas más resaltantes son el pragmatismo torpe, la estultes, la deshonestidad y la mediocridad, todo dentro de altísimas fiebres tercianas que les hacen desarrollar un miedo que fácilmente podemos considerar cobardía, logra parir aún gente valiente, gente con sentido de la modernidad y sobre todo gente clara sobre un hecho elemental en esta patria secuestrada: Venezuela es hoy un escenario para valientes.
- William Ojeda que el 6 de mayo de 2003 viajó como turista a Cuba acompañado de un amigo, el abogado Rubén Darío Romero y buscó entregar una carta en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) dirigida a Fidel Castro, donde exigían la liberación de los disidentes cubanos encarcelados. Esa carta –POR SUPUESTO- jamás fue recibida por las autoridades de esa tiranía monstruosa y larga. Al darse cuenta de lo infructuosa que era la pretensión de hacerse escuchar por Castro o cuanto menos por un miembro prominente de la camarilla gobernante decidieron irse a una calle de esa Habana amedrentada y amordazada por casi medio siglo de horror En la esquina de L y 23, frente al cine Yara trataron de dar un pronunciamiento… Algo que en circunstancias normales hubiese tomado unos 15 minutos, pero que los esbirros llegados de inmediato para ejercer su hacer cotidiano, reprimieron automáticamente reduciendo todo a tres minutos
- William Ojeda –contado por el mismo- únicamente pudo decir: “…nosotros los venezolanos, amantes de la libertad y la democracia, queremos reprochar el encarcelamiento de 75 disidentes pacíficos. Del mismo modo, nosotros los venezolanos, respetuosos de la vida, queremos reprochar el asesinato de tres ciudadanos que por intentar viajar fuera de Cuba fueron vilmente fusilados”
- Fue todo… unos esbirros vestidos de civil y como supone Ojeda, de las brigadas de respuesta rápida, se le abalanzaron encima y golpeándole y acorralándole contra un muro… Un venezolano conocía de lo que es cotidianidad para el cubano: El insulto, el terror, la barbarie. A William Ojeda los sicarios del tirano le llamaron “comemierda”, agente del imperialismo y otro rosario de insultos, a William Ojeda, en su viaje relámpago a ese penal tenebroso que es la Cuba castrista, le mostraron el “secreto” para la permanencia de un déspota, le mostraron lo que ya Hugo Chávez ha copiado e implanta aquí…
William Ojeda es rara avis en ese universo dramáticamente uniformado de pequeñez; de seres muy grises, muy necios, infinitamente corrompidos y generadores del reinado de un Tuerto en una corte de ciegos. Además de su intenso hacer político como presidente del Partido “Un solo Pueblo”, William es de una inquietud y oficio intelectual sobresaliente, dentro de ese hacer, vuelve a resultar un hecho noticioso importante, esta vez al anunciarnos la próxima salida a los mercados editoriales de Venezuela y de Latinoamérica y España, de su último libro, sugestiva y preocupantemente titulado “Fabrica de Odios”.
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